martes, 3 de marzo de 2009

Escribo esta columna desde el locutorio de la radio san bernardo. No estoy seguro de que quiero expresar en estas lineas, solo se que despues de varios dias de calor, ahora hace un frio horrible.

Como no voy a sentir frio si ando con una polera manga larga solamente...

En fin, siento la necesidad de escribir de vez en cuando y pocas veces (incluida esta) comienzo a tirar palabras sin una cosa clara para contar, muchos dicen que se puede hablar mucho, pero no decir nada y precisamente este es el caso, y para ser sincero, no lo encuentro tan terrible.

Si bien en este mundo globalizado donde las comunicaciones son el motor de esta sociedad, muchas veces uno se siente desconectado, simplemente no genera la necesidad de saberlo todo e imformarlo todo. El silencio muchas veces se agradece. Soy de aquellos que crea instancias de silencio donde cada uno tiene espacio para ver y meditar en que condiciones estamos, si tenemos la energia suficiente para continuar el dia, la semana o el mes.

Suena quejumbroso, pero que le vamos a hacer, estamos volviendo de las vacaciones pero aun asi, el retomar la rutina se hace un periplo dificil, donde el cuerpo nuevamente tiene que adaptarce y donde lo que mas disfrutamos se va dejando a un lado y otra vez debemos hacer nuestros deberes de forma estructurada, seria, casi sin brillo.

Por eso agradezco y busco los momentos de silencio, por que en ellos simplemente me siento bien, creo que vuelvo a ganar confianza por que se logra una completa reflexion y las prioridades se ordenan. Se que esto de cierto modo suena como palabras sin sentido y probablemente sea asi, ya que como esta escrito en el inicio de esta columna, todo lo que esta escrito aca no se penso, no se planifico, solo nacio de el silencio de el locutorio (cosa rara en una radio), pero asi no mas es la cosa.

Sigo en silencio y como si fuera coincidencia divina... por la radio suena Enjoy The Silence de Depeche Mode.